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Foto del escritorMa.Fernanda Burneo I Kikuyo Ecuador

Me independizo de ti. El caso del yogurt.

Actualizado: 2 ago 2021

Él y yo no nos llevábamos tan bien, no porque no me guste o me haga daño, sino porque no sé, no había tanta química, me parecía plano y aburrido. Sin embargo, para el resto de mi clan, era el rey.

Hasta que, ese marzo 16 nos encerraron y empecé a cuestionarme. Interminables envases de Tetrapak y plástico en casa, en una zona rural, el tema se iba complicando pues no existían buenas opciones para reciclar. Empezó mi proceso de investigación.

Busqué información sobre todo lo que pude y, quise saber más sobre su producción, sus alternativas y su proceso. Necesitaba buscar su esencia, su alquimia. Decidí aprender para dejar de comprar y aprender a hacer para construir sobre esa base.

La leche, tiene una alta huella de carbono. Su producción es ecológicamente cuestionada debido a la cantidad de recursos que requiere. Acorde a la FAO, el 18% de los gases de efecto invernadero de procedencia antropogénica (humana) son generados por la ganadería. De esta valoración el 5% proviene de su producción directa (procesamiento como tal) y el resto corresponde a uso de maquinaria, fabricación, empaques, transporte, etc. Entonces, ahí debía empezar.

Busqué empresas que estén trabajando con productores pequeños de leche y que ya estén estudiando su huella. Sin embargo, ninguna me convenció por varias razones, empaques, manejo poco transparente y sobre todo la falta de conexión con el propio productor, que para mi era muy importante.

Cuando pensé que no existían, encontré la Finca Orgánica Palugo. Ellos han construido una forma de vida que es admirable, pero sobre todo sus procesos de producción y crianza de vacas son certificados 100% orgánicos lo que significa que son vacas criadas en libertad, respeto y muchísimo cuidado, las que llaman vacas felices. No han erosionado los suelos y su alimentación es de pastoreo lo que equilibra los procesos naturales de la finca y les permite hacer un tipo de ganadería regenerativa. (criaderopalugo.wordpress.com)

Hoy, me llega de esta finca leche sin procesar y en envases retornables de vidrio. Primer paso listo. La segunda fase fue el famoso cultivo. Así, como se lee, un cultivo. Eso de tener un cultivo (es decir una bacteria) que transforma la leche en algo cuajado, cremoso e hipnotizante es realmente loco. No solo eso, es que es una bacteria muy particular, porque toda receta enfatiza determinados cuidados especiales como no moverla mucho, su gusto por el calor y su trabajo incansable y en calma, durante 8 horas. Esto ya es todo un ritual, y como todo en la vida, eso fue lo que me generó curiosidad y ganas por hacerlo en casa para probar si la bacteria y yo entablábamos una amistad más fuerte que la que tenía con el yogurt como tal.

Así empieza esta receta, una receta que combina la memoria de la niñez de mi familia, con mi propio aprendizaje y sobre todo con el proceso de analizar a profundidad la cadena de producción de nuestros productos para reducir nuestro impacto.

YOGURT CASERO DE LECHE ORGÁNICA DE PASTOREO EN OLLA LENTA

TIPO DE PLATO

Diario/ vegetariano/local

ORÍGEN

Una gran disputa entre Bulgaria y Turquía

TIEMPO DE PREPARACIÓN

1 hora + 8 de procesamiento en la noche

TIEMPO DE COCCIÓN

1 hora

TIEMPO TOTAL

9 horas

CANTIDADES

4 litros

AUTOR

María Fernanda Burneo

CANTIDAD DE PLÁSTICO EVITADO

16 -20 envases mensuales

PRODUCTORES LOCALES RECOMENDADOS

Finca Orgánica Palugo: criaderopalugo.wordpress.com

Esta es una receta para hacer yogurt en casa con leche cruda orgánica. Es muy fácil y rápida.

INGREDIENTES

4 litros de leche sin pasteurizar de vacas de pastoreo

2 cucharadas de cultivo original (este lo pueden extraer de cualquier yogurt natural sin azúcar que tengan en casa y les servirá para continuar luego con el proceso)

Una olla lenta

Toallas

Olla para 4 litros de leche

INSTRUCCIONES

  1. Conectar la olla lenta y poner en LOW dos horas.

  2. Poner a hervir la leche en una olla a fuego medio. Estar pendiente para que no se riegue. Debe subir a 180 grados. Si no tienes un termómetro no importa, la referencia es que el momento que empieza a hervir y casi salirse de la olla soplas para que no se riegue y le mueves de la estufa.

  3. Mientras la leche está hirviendo, llenar con agua fría (que llegue a cubrir solo la mitad de la olla) el lavaplatos.

  4. El momento que llegue a la temperatura antes mencionada, pasar a lavaplatos para que baje enseguida la temperatura y dejar ahí.

  5. Esperar hasta que baje a una temperatura promedio. La mejor forma de medir es que puedas poner tu dedo (limpio previamente) unos segundos en la leche.

  6. Mientras se enfría, sacar el cultivo (se puede sacar de un yogurt comercial que se tenga en casa y luego se usa el que se está haciendo) y poner en un recipiente dos cucharadas del cultivo original.

  7. Cuando esté la leche en su punto, poner una taza de la leche en el recipiente con el cultivo y mezclar.

  8. En seguida apagar la olla de cocción lenta, desconectar, poner ahí la leche y el cultivo, tapar la olla y envolver con toallas para que mantenga su calor.

  9. Dejar reposar ahí toda la noche.

  10. A la mañana siguiente retirar la olla con cuidado y sin moverla. Poner en la refrigeradora una media hora.

  11. ¡Sacar, guardar en recipientes de vidrio reusados y lavados y LISTO!



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